(2013-en proceso)
San Pedro Garza GarcÃa es un municipio del estado de Nuevo León que se estableció en 1882, cuenta con un numero aproximado de 150 mil habitantes y se encuentra entre los primeros sitios de riqueza y desarrollo humano en América Latina. Muchas fortunas se han hecho entre las familias de San Pedro, y ello ha establecido una base desde la cual se ha formado la compleja tela social donde existen medidores de estatus y poder distintos a los del resto del paÃs. Es un lugar donde se respira posibilidad, pues es un municipio logrado con trabajo arduo y vocación por la excelencia.
En 1975 la compañÃa de medios Grupo Reforma inauguró una página de sociales que incluÃa en el periódico El Norte, iba dirigido exclusivamente a los subscriptores de San Pedro y abrÃa sus paginas a sus lectores, pidiéndoles que invitaran a fotógrafos de la revista a sus celebraciones, para producir su contenido. Con el tiempo la página se convirtió en una revista que encontró un lugar en la mayorÃa de los hogares, y desde entonces funge el papel de revelar la vida de las personas entre sÃ, enseñando a sus consumidores a entender a la cámara como la mirada de su grupo social.
Con el paso de los años, han surgido otras revistas de sociales en San Pedro y juegan un papel importante en la forma en que la gente se relaciona entre si, un tanto parecido a el papel que ahora juegan las redes sociales en nuestras vidas, pero con un avance de cuarenta años. En muchos casos la familiaridad con la cámara es una parte de la vida tan natural como la relación con las personas, y eso establece un campo fértil para llevar acabo mi trabajo, aunque siempre dependo del apoyo de personas que he ido conociendo en la localidad.
Me interesa la idea de que existe un mundo interno delineado (en este caso) por las fronteras del municipio y que puede ser revelado al exterior a través de un lenguaje personal, y en mi caso, dependo mucho de la relación que tienen los habitantes de este municipio con su propia imagen. Me interesan las jerarquÃas sociales existentes en todas las sociedades, y una parte importante de mi trabajo consta en apegarme a la percepción que yo tengo de conocer y explorar estas capas desde adentro, desde el mismo lugar que aprecio y respeto el misterio de mi sujeto. Los habitantes de San Pedro que me han abierto sus puertas (y me han brindado su confianza), están dispuestos dejarse ver por mundos externos al suyo, en muchos casos por que creen en el arte tanto como creen en el reconocimiento que les permite la mirada de los otros.