Rubén Morales
Rubén Morales no es un fotógrafo autodidacta. Ni mucho menos, su formación es amplia y profunda tanto como fotógrafo, como laboratorista y como conservador de Patrimonio fotográfico. Ha tocado múltiples palos de la profesión y además posee una gran experiencia docente en multitud de cursos y talleres.
© José María Carrillo.
Desde siempre ha estado vinculado a la fotografía y con 14 años consiguió su primera cámara, una Ricoh KR10 Super. En los siguientes años compaginó la fotografía con la música, dedicándole más tiempo a esta última actividad. En la veintena comienza a indagar en la incipiente fotografía digital a través del escaneo, trabajando como retocador para varios fotógrafos. A la vez comienza a estudiar para especializarse en lo que sería su trabajo en los años venideros: la fotografía comercial. Forjado en los estudios de grandes profesionales como ayudante, pronto se independizó y comenzó a firmar sus propias campañas.
En un momento dado decidió volver a involucrarse de manera extrema en el laboratorio en blanco y negro y en poco tiempo consiguió posicionarse como un positivador de referencia para muchos fotógrafos y algunas instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
El trabajo de Rubén Morales es valorado desde hace años, con una factura reconocible. Su trabajo personal siempre ha mantenido cierto coqueteo con su trabajo comercial, lo que le ha posibilitado trabajar con grandes empresas en calidad de autor. Ha realizado exposiciones fotográficas en importantes espacios como el IVAM. En la actualidad es colaborador de la galería Blanca Berlín. Ha asistido a numerosas ferias como MadridPhoto representado por las galerías Rita Castellote y EspacioFoto. Desde 2009 no ha dejado de exponer ni un solo año.
A finales de 2014 sus nuevos quehaceres como conservador de colecciones fotográficas empezaron a restarle tiempo, y poco a poco fue abandonando la fotografía y el laboratorio de cara al público. Fue entonces cuando comenzó a hacer sus propias fotografías, en un periodo de gran madurez profesional pero de bruscos cambios personales.
En 2016 se materializa una pequeña parte de ese trabajo en la exposición 15/16, que se presenta por primera vez en el festival RevelaT.
«ECLOSIÓN»
Ávila, 2016
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