Escuela Lens

El director de la Escuela Lens de Fotografía, Antonio Pérez Río, nos desvela las claves del funcionamiento de este original centro y sus actividades paralelas.

La escuela Lens nace en el año 2011, ¿No fue una locura montar una escuela de fotografía dado el estado en que se encontraba (y encuentra) el mundo de la fotografía?

En el año 2011 las cosas estaban muy mal, no sólo para la fotografía profesional, sino para casi todo. La escuela nació de una iniciativa personal: después de varios años formándome en fotografía y más de 10 años de experiencia como educador, había llegado el momento de dar un giro a mi vida y perseguir un proyecto que conjugase ambas vocaciones. Sólo tenemos una vida y, si siempre esperamos a que llegue el contexto adecuado, las probabilidades de que al final no hagamos nada son bastante altas.

Es el momento de la historia donde más fotografías se hacen y menos se valora la figura del fotógrafo ya que todo el mundo se cree fotógrafo (no sé si estarás de acuerdo). ¿Les explicas a tus alumnos lo difícil que está ganarse la vida con este oficio?

Hacer fotografías no te convierte en fotógrafo, igual que saber escribir estas líneas no me convierte en escritor. La fotografía se ha universalizado como herramienta de expresión y gran parte de nuestros alumnos no pretenden ser profesionales de la fotografía, sino hacer fotografías con sentido, significativas para ellos y para los que les rodean. En ese aspecto, vivimos en un momento lleno de posibilidades.

Por otra parte, a los alumnos que pretenden ser profesionales les planteamos el contexto con claridad, lo contrario nos convertiría en vendedores de humo. Tienen que saber la tierra que pisan y sus arenas movedizas, las dificultades y las oportunidades de cada momento. No hay que alimentar mitos románticos –que vivieron en un tiempo que no es el nuestro-, sino transmitir un principio de realidad. Y, todo eso, sin cortarles las alas.

Dado el año de nacimiento de la escuela, ¿nos preguntamos si se enseña a los alumnos fotografía química o exclusivamente digital?

En la escuela no tenemos espacio para un laboratorio químico. Nos da pena reconocerlo pero es así. Sería un lujo económico que no nos podemos permitir. No obstante, creemos que es conveniente que los alumnos puedan conocer los procedimientos tradicionales. Por eso solemos realizar algún taller intensivo en algún laboratorio alquilado. Y el próximo otoño tendremos un taller de colodión húmedo con Israel Ariño. No es suficiente, pero algo es.

Aparte de los profesores titulares de la Escuela, (entre la que se encuentran reconocidos fotógrafos) ¿tenéis profesores invitados o realizáis talleres con invitados?

La pasada temporada tuvimos la fortuna de contar con más de 80 profesores invitados y 650 alumnos en nuestras aulas. Gran parte de ellos participaron en los 46 talleres de fin de semana que se realizaron, que cubren todas las áreas relacionadas con la fotografía y el vídeo. Intentamos cuidar al máximo la calidad de nuestras propuestas. Y el profesor es un elemento vital de ese proceso.

Nos parece una interesante propuesta la Beca lens, una beca que premia la creatividad y el esfuerzo. ¿Nos puedes contar en qué consiste? ¿Puede participar gente de todo el planeta?

Cada año convocamos la Beca LENS de Fotografía y la beca Videolab de Creación Audiovisual. Su objetivo es atraer fotógrafos y videocreadores de talento a nuestros programas Máster. Las becas tienen un carácter internacional y, aproximadamente, un 30% de los participantes son de otros países. Y, a juzgar por algunos proyectos enviados, sospechamos que hay algún extraterrestre infiltrado entre los concursantes 😉

Además convocamos tres ayudas para ex alumnos de LENS: la Beca Palermo de ayuda a la publicación de un libro de fotografía, la beca Imagendecor a la producción gráfica y la Beca Epson a la participación en visionados de porfolios. Creemos en el paradigma yo gano – tú ganas y con las becas ganamos todos.

Otra idea que nos gusta es la de abrir la escuela a los más jóvenes ¿Puedes contarnos qué es Lens Kids?

Este verano estamos realizando un campus de verano con niños de 7 a 12 años. Es una edad maravillosa en la que se combinan algunas cualidades que deberían acompañarnos siempre: el gusto por la experimentación, la curiosidad y la capacidad de asombro. Por eso estamos realizando este campus que pretende que los participantes descubran la magia de la fotografía a través del juego. Y creemos que lo están consiguiendo.

Tenéis una editorial llamado Bokeh, ¿qué particularidad tiene vuestra editorial y, si la lista no es muy larga, nos puedes decir que habéis publicado?

Bokeh fue una iniciativa basada en la horizontalidad: se trataba de publicar a alumnos y profesores en una misma colección. Y era una manera de que todos aprendiésemos en el proceso: desde la edición de las imágenes a la impresión del libro y posterior distribución. En tres años publicamos The Family Project, de Matías Costa, junto con dos obras de ex alumnas de la escuela: Jeannette, de Giusy Rizzi, y My house is my castle, de Alexa López de Hierro. Eran dos proyectos valientes que se alejaban de los usos tradicionales de la fotografía y que difícilmente hubieran sido publicados de otra manera. Actualmente le hemos dado un giro a esta estrategia y hemos optado por otorgar una ayuda económica con carácter anual –la Beca Palermo de ayuda a la publicación de un libro de fotografía, pues creemos que es la mejor manera de que el alumno dirija el proceso y conseguir que sea el protagonista del mismo.

Investigando en vuestra web, hemos dado con un fanzine que publicáis llamado Latitud Quince ¿Qué contenidos abarca el fanzine? ¿Cuántos números lleváis?

Latitud Quince es un fanzine que surge para dar salida impresa a los trabajos de los alumnos de cada temporada en LENS. Estamos muy orgullosos de la calidad de sus proyectos y nos parecía bonito tener un registro en papel de lo que cada uno ha ido aprendiendo a lo largo de cada curso. Acabamos de lanzar el primer número, con una tirada de 300 ejemplares que se reparten gratuitamente en la escuela.

¿Qué es The Showroom?

En septiembre de 2014 nos mudamos a unas nuevas instalaciones que nos han permitido nuevas posibilidades, entre ellas la de tener un espacio de 80 m2 dedicado a exposiciones, presentaciones de libros, proyecciones y encuentros con autores. Creemos en el potencial transformador del arte y nos interesa mucho estar abiertos a la realidad que nos rodea. No queremos ser un guetto para artistas, sino un espacio abierto a la calle que anime a la participación. Tampoco nos interesa ser novedosos, sino crecer en nuestra comprensión del mundo, del arte y de nosotros mismos. Por eso queremos organizar exposiciones y tener experiencias que ensanchen nuestra manera de ver y de sentir.

¿Qué exposiciones tenéis programadas?

Este año tuvimos tres exposiciones individuales: Marta Bisbal, Nacho Gil y Carlos Ruano. Y dos colectivas: La balada del fotógrafo emergente y Latitud Cero, que estará hasta el mes de octubre y es la exposición de los alumnos de nuestro Máster en Fotografía de Autor. Creo que han realizado un gran trabajo en el que cada participante ha ido descubriendo su lenguaje y ha reflexionado sobre cómo generar una experiencia en el espectador. Hay fotografía, pero también hay vídeo, instalación, collage… una concepción abierta que nos interesa mucho.

Las exposiciones de la próxima temporada las decidiremos después de verano, cuando volvamos de las vacaciones. Ha sido un año muy intenso y necesitamos descansar 😉

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