Carmen Gray

La fotohistoria de Carmen Gray.

El hecho fotográfico repite mecánicamente lo que nunca más podrá repetirse existencialmente, la fotografía reproduce al infinito lo que ha tenido lugar una sola vez. Roland Barthes, crítico cultural y filósofo estructuralista francés se asombró ante una fotografía de Jerónimo -el último hermano de Napoleón-, “Veo los ojos que han visto al Emperador”, así tomó cariz cultural su interés por la fotografía, al margen de las evidencias procedentes de la técnica y de sus clasificaciones formales.

Asimismo, y aunque el ámbito académico no plantea dudas en atender a la fotografía como una poderosa fuente documental, para un historiador el análisis de la técnica empleada, la biografía del autor o el valor estético es un análisis incompleto; una fotografía se ha de vincular de manera permanente en coordenadas sociopolíticas para extraer una lectura más completa de esa imagen particular.

Cada momento histórico presencia el nacimiento de unos particulares modos de expresión artística, que corresponden al carácter político, a las maneras de pensar y a los gustos de la época. El gusto se forma en función de unas condiciones de vida muy definidas que caracterizan la estructura social en cada etapa de su evolución. Desde esa perspectiva podemos reflexionar sobre la capacidad de generar una dialéctica hacia el futuro. Voy a tratar de señalar aspectos reveladores del camino elegido por Carmen Gray para establecer dicha comunicación.

GALERIA-CARMEN-GREY

 

Carmen Gray defiende la imagen fotográfica como el registro visual de un acontecimiento desarrollado en un momento y un tiempo concreto y no sólo como una técnica o un mero objeto artístico. De forma premeditada funde el vértigo de su experiencia vital con la acción fotográfica creando una oportunidad inédita e incomparable de asistir, de trasmitir en realidad los acontecimientos de la actualidad post-Kerouaciana, pos-poscapitalista y neo-decadente.

Esta joven fotógrafa pertenece a la generación 3.0, educada por la rápida imagen de los nuevos soportes para la trasmisión de información, y consciente de esta nueva y masiva irrupción de las redes de comunicación, desenvuelve estrategias de investigación retórica más allá de la tradición de la cultura escrita. En sus trabajos la fotografía no solamente constituye un objeto con el que obtener un goce estético, fruto y expresión del contexto puramente lúdico en que se narra, sino que posee el valor de una extensa pluralidad de significados del mensaje.

Carmen ha descrito su trabajo como “un informe social y documental sobre mis amigos y yo. Estoy contando esta historia en primera persona, todas mis fotos deben ser entendidas como autorretratos”. El rostro se presenta como producto de una sociedad y de su historia. Cuenta que al principio no estaba muy al tanto de lo que hacía tomando fotos de aquí y allá, con algo en común pero sin saber muy bien de qué se trataba. Pero pronto comprendió que había recopilado un archivo de su vida, y del valor real que las fotografías del pasado trasfieren al presente. “Entonces comencé a prestar mayor atención a la reflexión del hecho fotográfico, sabía lo que estaba haciendo y lo que quería conseguir”. La esencia del trabajo se muestra aquí al desnudo, el acto secundario de saber o de reflexionar.

Las fotografías de Carmen Gray estructuran su dialéctica en una extensa e incesantemente actualizada secuencia diacrónica, una plataforma Tumblr, mostrando que el signo como unidad semiótica se organiza según les leyes de las nuevas herramientas sociales, -intensidad y rapidez de trasformación- logrando pluralidad en una gran riqueza de combinaciones entre el significante y el significado.

La consecuencia lógica es asistir a los acontecimientos descritos en las fotografías de Carmen desde una actitud tangente al análisis estético o puramente formalista. Si apreciamos este trabajo como objeto artístico únicamente, estaremos prescindiendo de la verdadera función que le otorga su creadora, un visionado parcial no obstante suficiente para las personas que gustan disfrutar de la percepción sensorial.

El carácter polivalente de su fotohistoria, no excluyente, enfrenta al espectador y sus preferencias interpretativas provocando distintos análisis. La fotográfica transgrede la mera reproducción de la realidad bajo objetividad documental. Con esta proyección de imágenes Carmen aísla elementos y manipula el tiempo y el espacio exagerando una ambigüedad de necesaria subjetividad, crea una metodología del discurso vivamente inquietante, un torrente visual que se lee desde extremas situaciones de contacto cultural.

Eugenio Vizuete, 10/2013

 

 

Enlaces:
carmen-gray.com
carmengray.tumblr.com
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flickr.com/photos/haluros/

 

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