Sebastiao Salgado

sebastiao-salgado-serra-pelada© Sebastiao Salgado – Mina de oro de  Serra Pelada 1986

 Antes de entrar a comentar la obra de Sebastiao Salgado he de confesar que no soy especialista en el campo fotográfico, voy a focalizar mi comentario sobre una fotografía a partir de las sensaciones, impresiones que la obra produce en mi interior. Más que sobre temas teóricos o técnicos ligados a la fotografía me voy a dejar llevar por las sensaciones, evidentemente subjetivas, (pero hasta un cierto punto objetivas), que emanan esos centímetros cuadrados de grises, blancos y negros sabiamente dispuestos en la superficie del papel, o mejor todavía, me voy a dejar llevar por la mirada de otro ser humano, el fotógrafo, en el momento de “ver” (y de que forma) el espectáculo de vida que tenía delante de sus ojos.

Sé que se ha acusado a Salgado de estetizar la pobreza, de ser un “voyeur” de la miseria ajena. Algunas veces también sus obras pueden pecar de excesivamente esteticistas; lo acepto, y en algunas ocasiones puede que esté de acuerdo, pero ese es el Salgado más flojo. El mejor Salgado es capaz de mostrarnos la grandeza de unos seres anónimos, la grandeza llena de humanidad de un grupo humano. La foto que nos ocupa, hecha en la mina de oro de Brasil, muestra el trabajo inhumano de unos buscadores de oro. Podemos imaginarnos la extrema miseria que deben de sufrir esos seres obligados por las circunstancias a dejar sus entornos sociales, familiares o humanos, obligados a vivir en un entorno con poca o nula intimidad, obligados a autoprotegerse frente a la agresividad sea física, o emocional que una vida en esas condiciones supone. Pero como no ver también a través de la mirada de Sebastiao la inmensidad emocional de esos seres anónimos que muestran sus caras agachadas por el esfuerzo, de esos cuerpos que como Sísifo suben la carga, la descargan y vuelven a iniciar su trayecto ascendente que puede les lleve a ganar un poco de dinero, que seguramente guardarán, enviarán a sus familias o malgastarán en alcohol y prostitución en un desenfreno por narcotizar sus almas.

En toda esa miseria Salgado también quiere mostrarnos la grandeza de la acción que están desarrollando. La composición arremolinada a partir del semi-círculo central asciende hacia los bordes de la fotografía como metáfora que sugiere una expansión de la acción hacia el universo infinito que empieza a partir de los límites de la imagen. Somos conscientes del esfuerzo sobrehumano que realizan, pero como no fijarnos también en la inmensa grandeza que su acción representa, como no captar la enorme belleza que emana de esa grandiosa composición con tintes épicos, la belleza de esta imagen partida en dos por la línea que divide la fotografía en una parte grupal y en un primer plano en el que los personajes se muestran más individualizados. A mi entender Salgado no quiere hacernos olvidar lo obvio, el sufrimiento, pero quiere mostrarnos que dentro de ese cotidiano sufrimiento también surgen emociones, miradas, grandezas. Un incendio forestal representa una destrucción de infinidad de ecosistemas pero al mismo tiempo, y no debemos de avergonzarnos de sentirlo, esas llamas inmensas en la noche también construyen unas imágenes muy potentes que son capaces de emocionarnos frente a su inmensa belleza, o como dirían los románticos frente a lo sublime de la acción.

Encuentro pues que en las obras de este fotógrafo brasileño hay una autenticidad que se reafirma cuando sabemos que una parte de los beneficios por las ventas de sus obras van a parar a su Fundación ligada a la defensa del medio ambiente. Creo sinceramente que empieza a ser hora de pedirle al artista visual un mayor grado de implicación en los temas sociales, quiero decir que empieza a ser hora en la cual, más que pedirle, debemos exigirle una correlación entre lo que dice en su trabajo el artista y como actúa como ser humano. En el caso de Sebastiao Salgado veo una coherencia entre su trabajo creativo y su forma de actuar como ser humano que repercute  positivamente en la autenticidad de la obra. Si no fuese así, esta fotografía no sería más que decoración como tantos artefactos de la contemporaneidad artística. Salgado no solo actúa denunciando los hechos como fotógrafo sino que también lo hace a través de las actividades que desarrolla la fundación.

Dejo este escrito sobre una realidad que Salgado me ha mostrado, lo dejo pero se que los seres que nos ha presentado continuarán inagotablemente, machaconamente, injustamente, arrancando de la tierra pequeños fragmentos de luz que malbaratarán para transformarlos en cápsulas de vida.

Ginestar
Artista Plástico

 Sebastiao Salgado Wikipedia

Sebastiao Salgado- Mina de oro de Serra Pelada You Tube

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