Catherine Opie / Douglas Gordon
Catherine Opie “self-portrait” 1993, me acerqué a una de las paredes de Stephen Friedman Gallery de Londres. La imagen fotográfica de la artista norteamericana nacida en Sandusky Ohio representada de espaldas.
Douglas Gordon “Tattoo” for reflection 1997, igualmente la espalda del artista escocés ,esta vez en la Turner Prize de Londres ,ambos de espaldas a nosotros ,Catherine Opie nos enseña como parte de sus series de autorretratos a modo de cuaderno corporal un inocente dibujo infantil fuertemente arañado sobre la dolorida piel y Douglas Gordon en un tercer plano como espejo su reflejo de la palabra GUILTY tatuada del revés, un doble recorrido de unas imágenes que siempre me llenaron de dudas.
Imágenes tatuadas ambas que me parecieron pensamientos de un film de culto donde se niegan a mirar directamente a la cámara.
Cuerpo y territorio para representar la identidad no como objetivo ,sino como una consecuencia optimista del futuro. Según nos cuenta Catherine Opie su autorretrato trataba sobre un sueño que tuvo tras la ruptura sentimental con la que hasta entonces había sido su pareja sentimental con la que había estado viviendo “Me pasé un año pensando y garabateando esta idea en un cuaderno de notas y le pedí a una amiga Judie Bamber también artista, que me hiciera el corte-dibujo con trazo infantil en la espalda para la fotografía”.
Un gesto infantil pero también claramente político y reivindicativo,
una declaración contra los convencionalismos sobre la identidad masculina y femenina.
De nuevo me sobrevuela la espalda estrellada a modo de constelación imaginaria del propio artista, Guilty del derecho y del revés, palabra convertida en eco de la otra como la figura y su doble como una manifestación de nuevo física de una dualidad interna.
Siempre me sedujeron estas miradas inversas en las que el “fondo” fotografiado no se ve a simple vista ,en las que no consigues llegar pero cuando lo consigues, entonces pareces llegar a vivir diez mil veces mas y ¡que difícil resulta explicar vivamente esta experiencia!.
Siempre he pensado que la fotografía tiene un doble desafío permanente al tratar de representar lo que vemos y lo que no conseguimos ver, saludable e higiénico.
Si en una imagen fotográfica solo atendiéramos a las turbulencias abstractas del aire y la luz, acabaría seguramente en una vía muerta, creo que estas espaldas desnudas se entregan para ver el mundo y nos preguntamos como sería uno capaz de aprehenderlo.
Las sensaciones de estar en el mundo provienen en gran medida de la voluptuosidad del mirar, rehaciendo ese estado y esa experiencia, para mi “lo que no es, o no se ve” de las dos imágenes.
En ambas fotografías de Catherine Opie y Douglas Gordon, subyacen los impulsos experimentales de una parte importante de la producción fotográfica y artística del siglo XX una profunda reflexión sobre el acto de hacer y por la otra, la pregunta por aquello que podría constituirse como los límites de la reconocibilidad de una obra y si reconstruimos el mundo, el hombre se construye también a si mismo ¿no?.
Aquellos primeros encuentros con la obra, Self-Portrait de Catherine Opie y Tattoo de Douglas Gordon en las paredes de ambas galerías, me hicieron pensar en la explícita intención que estos artistas habrían puesto en como deberíamos mirar sobre sus espaldas, en qué debería yo prestar mi máxima atención y creo que probablemente estuve donde querían que estuviera porque cuando estas dentro de las imágenes puedes sentir el pensamiento del artista en cada centímetro cuadrado de la fotografía, cada punto en el que te detienes y cada momento que pasas allí, tienes esa sensación de estar parado en el exacto lugar donde también lo estuvieron Catherine Opie y Douglas Gordon.
Pedro Mora
Artista
Enlaces de interés:
regenprojects.com/artists/catherine-opie
elcultural.es/revista/arte/Catherine-Opie
gagosian.com/artists/douglas-gordon
Deja tu comentario